Nuestro Director

James Coulson nació en Kenilworth, Warwickshire, Inglaterra. Su familia fue trasladada con frecuencia, a raíz de trabajo de su padre en la industria petrolera, y por consecuencia vivió en varias localidades del centro, sur y norte de Inglaterra durante su infancia.

James asistió pupilo al Kings’ College en Madrid, España. Desde temprana edad trabajó y completó sus estudios en el turno nocturno, pasando a estudiar un B.A (Hons) en Literatura Inglesa / Artes Modernos en la Universidad de Kingston, Surrey antes de completar su título Master en Teoría del Cine y Teatro en la Universidad de Sheffield, su PGCSE en la Universidad de East Anglia y su diploma posgrado en Educación Internacional en la Universidad de Bath.

James comenzó su carrera en la enseñanza como un calificado CELTA Maestro TEFL en Grecia, la República Checa y España. Luego de graduarse del programa de Fast Track del gobierno, trabajó por varios años bajo el sistema estatal inglés y luego se mudó con su joven familia a Chile donde fue nombrado HeadTeacher del Colegio Saint John’s en Concepción en 2012. Implementó los programas de PYP y MYP durante su gestión allí. Habiendo conocido y admirado el Northlands, finalmente en 2017 asumió el rol de Headmaster aquí.

Su filosofía de la educación radica en que la educación no solo es un medio sino un fin en sí mismo. La función primaria (entre muchas, muchas otras) de un colegio es preparar alumnos para la vida. Una gran mayoría de ellos comenzará la universidad como parte de esa vida, por ende deben estar bien preparados para ello y toda esa vida universitaria por varios años, capacitándos con las aptitudes y habilidades necesarias para asegurar sus logros. Pero de ninguna manera terminan allí nuestras responsalbilidades. Debemos asegurar que los alumnos nos dejan portando valores, conciencia social, habilidades interpersonales y el sentido de propósito y dirección necesarios para asegurar no sólo los logros profesionales, sino el mayor de los premios – la felicidad. Nuestros alumnos exigen y debemos estar a la altura de estas expectativas. Pero no sólo deben ser personas exitosas, sino personas valiosas: verdaderos ciudadanos, seres humanos íntegros.

A pesar de comprender la enorme importancia de los resultados académicos, cree con fervor que los colegios no solamente son para aprobar, sino para aprender. El mundo continua evolucionando –tecnológica y culturalmente- a un mayor ritmo que la evolución de la educación y ésta es una brecha que debemos achicar. Debemos abrir nuestras mentes a un nuevo enfoque en la educación.

Sus pasatiempos son: el cine; la literature; la natación, correr y las artes marciales; lo culinario; viajar; es un cantante digno pero trágicamente, un deficiente bailarín.